Thomas Carlyle fue un destacado intelectual escocés que se desempeñó como filósofo, historiador, traductor, matemático, crítico social y ensayista. Además, ocupó el cargo de catedrático y rector en la Universidad de Edimburgo.
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Biografía
Thomas Carlyle fue un escritor, historiador, ensayista y filósofo escocés del siglo XIX. Nacido el 4 de diciembre de 1795 en Ecclefechan, Escocia. Su estilo literario influyó en escritores posteriores como John Ruskin y Charles Dickens.
Asistió a la Universidad de Edimburgo, donde estudió derecho, también estudió matemáticas y teología, esta última la abandonó en 1814 al perder la fe. Desarrolló un interés en la filosofía, especialmente en el pensamiento alemán, en el que se destacan Fichte y Goethe.
Trabajó como maestro antes de dedicarse por completo a la escritura. Su trabajo Sartor Resartus, es una sátira del materialismo y el utilitarismo, para Carlyle la sociedad industrial y la búsqueda de lucro estaban corrompiendo los valores fundamentales.
Los héroes es una obra en la que se destaca la importancia de los grandes hombres a lo largo de la historia, su premisa es que la historia del mundo es la biografía de los grandes hombres.
Falleció el 5 de febrero de 1881 en Londres.
Frases
Selección de frases célebres cortas de Thomas Carlyle.
- Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate.
- La naturaleza no admite engaños.
- Bien dijo el que dijo que la música era la lengua de los ángeles.
- Es mucho lo que una risa encierra. Ella es la clave con la que desciframos al hombre.
- La miseria, de cualquier clase que sea, no es la causa de la inmoralidad, sino su efecto.
- Los esfuerzos para lograr el éxito deben ser hechos con alegría y amor.
- Toda grandeza es inconsciente, o es poco y nada.
- El hablar que no termina en acción, mejor suprimirlo.
- El sarcasmo es el lenguaje del diablo.
- El periodismo es grande. Cada periodista ¿no es un regulador del mundo, si lo persuade?
- El hombre que puede, es rey.
- La corona de la verdadera nobleza es una corona de espinas.
- Con números se puede demostrar cualquier cosa.
- El verdadero hombre siente su superioridad al reverenciar lo que realmente le supera. El corazón no abriga sentimiento más noble ni bendito.
- Una vez despertado el pensamiento no vuelve a dormitar.
- Tarea delicada la de apaciguar muchedumbres, porque hacer mucho puede ser tan funesto como no hacer nada.
- La verdadera libertad del hombre consiste en que halle el camino recto y en que ande por él sin vacilaciones.
- Sólo hay dos medios de pagar las deudas: por el trabajo y por el ahorro.
- La virilidad empieza cuando hemos aprendido a vivir en la necesidad.
- El genio es el infinito arte de trabajar con paciencia.
- El universo no es sino un vasto símbolo de Dios.
- Toda noble empresa parece al principio imposible.
- Un héroe lo es en todos sentidos y maneras, y ante todo, en el corazón y en el alma.
- Los libros son amigos que nunca decepcionan.
- El trabajo es vida.
- El hombre ha nacido para luchar, y es como se le define mejor diciendo que es un guerrero nato y que su vida desde el principio al fin no es sino una batalla.
- Obedecer es el deber nuestro, es nuestro destino, y aquel que no quiera someterse a la obediencia será necesariamente despedazado.
- La verdadera nobleza consiste en saber valerosamente sufrir por los demás y no permitir que los demás sufran por nosotros.
- El único deber del hombre es andar siempre adelante.
- Únicamente el trabajo con fe cumplido es eterno como el Constructor del universo.
- El hombre ha sido creado no para dudar sino para trabajar.
- Toda obra es deleznable, sólo su ejecución no lo es.
- El inventor de una máquina puede estar seguro de que será recompensado en vida; pero el autor de un gran poema, así como el apóstol de una verdadera religión, han de estar casi seguros de todo lo contrario.
- Un gran hombre demuestra su grandeza por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él.
- ¡Cuántas cosas hay en una risotada! Es la clave secreta con que se descifra un hombre entero.
- Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.
- Quien no puede guardar sus pensamientos dentro de sí, será incapaz de hacer grandes cosas.
- Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción.
- Nunca debe el hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pues esto no le servirá de nada. En cambio, en su poder está siempre mejorarlos.
- Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos.
- Ningún libro que no se ha mejorado por las continuas lecturas merece ser leído.
- Nadie piensa ni cree que sean verdad las cosas que pretende considerar como indiscutibles.
- El hombre no es más que un omnívoro que viste pantalones.
- El descanso es algo bueno para los muertos.
- Quien no trabaja no descansa.
- Una vida bien escrita es casi tan rara como una vida bien vivida.
- Hablar es el arte de sofocar e interrumpir el pensamiento.
- A menudo los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos.
- Somos el milagro de los milagros, el gran inescrutable misterio de Dios.
- Sólo en un mundo de hombres sinceros es posible la unión.
- El asombro es la base de la adoración.
- Escrito está que el fin del hombre es la acción y no el pensamiento.
- ¿Puede haber en el mundo algo más despreciable que la elocuencia de un hombre que no dice la verdad?
- Un gran hombre demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños.
- La verdadera universidad en nuestros días consiste en una colección de libros.
- Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de recoger sus frutos.
- El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.
- Un monstruo hay en el mundo: el hombre ocioso.
- Una verdadera pintura del más pequeño hombre es capaz de interesar al hombre más grande.
- El culto al heroísmo existe, ha existido y existirá para siempre en la conciencia de la humanidad.
- Grande es la sabiduría e infinito es su valor. Es la más alta victoria del hombre.
- El trabajo es la mejor medicina para todas las enfermedades y desgracias que abruman a la humanidad.
- Ningún libro, como ninguna buena casa, muestra todo su mérito desde el principio.
- Es el sentimiento de injusticia lo que resulta insoportable para todos los hombres. Ningún hombre puede ni debe soportarlo.
- La experiencia es el mejor de los maestros, sólo que la matrícula es muy pesada.
- De cien hombres que pueden soportar la adversidad, apenas habrá uno que pueda soportar la felicidad.
- Liberar al mundo de toda clase de charlatanes es realmente obra muy digna de ser realizada.
- De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos.
- La historia es la esencia de innumerables biografías.
- La historia es como una destilación del chismorreo.
- La educación y la cortesía abren todas las puertas.
- El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes.
- Aquel que no puede guardar sus pensamientos dentro de sí nunca llevará a cabo grandes cosas.
- Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.
- No hables, en manera alguna, hasta que tengas algo que decir.
- El presente es la viviente suma total del pasado.
- Nada levanta tanto a un hombre por encima de las pequeñas mezquindades de la vida como admirar, sea lo que sea o a quienquiera que sea.
- Aquél que tiene fe no está nunca solo.
- Es un error esencial considerar la violencia como una fuerza.
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