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Quién fue Santa Teresa de Jesús, frases, biografía, obras

Santa Teresa de Jesús nació el 28 de marzo de 1515 en Gotarrendura, Ávila, España. Fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas. Escribió obras espirituales como Camino de Perfección y Las Moradas. Teresa fue canonizada en 1622 y proclamada Doctora de la Iglesia en 1970. Murió en 1582.

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Quién fue Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús, también conocida como Santa Teresa de Ávila, nació el 28 de marzo de 1515 en Gotarrendura en la provincia de Ávila, España. Su nombre secular era Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada. Fue fundadora de la Orden de las Carmelitas descalzas. Teresa fue canonizada en 1622 y proclamada Doctora de la Iglesia en 1970.

Teresa nació en una familia acomodada que, con el tiempo, fue a menos. Su padre, Alonso Sánchez de Cepeda, era un comerciante distinguido, y su madre, Beatriz de Ahumada. Desde joven, Teresa mostró un gran fervor espiritual. En 1531, ingresa como alumna al Convento de Nuestra Señora de Gracia y, un tiempo después, decide hacerse monja.

En 1535, Teresa ingresó al Convento de la Encarnación en Ávila. Además, convenció a su hermano, Juan de Ahumada, de iniciar una vida religiosa, pero su padre lo llevó de vuelta a su casa. Su vida en el convento fue marcada por una serie de enfermedades, pero también por experiencias místicas que influirían en su vida.

Teresa sintió la necesidad de reformar la orden carmelita. Buscaba una vida religiosa más austera y disciplinada, basada en la oración, la penitencia y el retiro del mundo. En 1562, fundó el convento de San José en Ávila, el primero de diecisiete conventos reformados que establecería. Este convento seguía la estricta regla del Carmelo Descalzo, enfatizando la pobreza, el aislamiento y la contemplación.

También fue una prolífica escritora. En Camino de Perfección ofrece consejos como guía para las monjas de sus conventos. Describe el progreso de la fe en siete etapas en Las Moradas o El Castillo Interior.

En septiembre de 1582, mientras viajaba a Alba de Tormes, su salud se deterioró. Teresa murió poco después en ese mismo año. Sus últimas palabras fueron: Al fin, Señor, soy hija de la Iglesia.

Frases de Santa Teresa de Jesús

Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.

El Señor da oportunidad si queremos.

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.

Sólo amor es el que da valor a todas las cosas.

Mira que el amor es fuerte, vida, no me seas molesta; mira que sólo te resta, para ganarte, perderte.

Es una gran virtud tener a todos por mejores que nosotros.

La vida es una mala noche en una mala posada.

Si no hemos perdonado nosotros, demos sentencia contra nosotros, que no merecemos perdón.

Las cosas de este mundo son tan vanas que parecen juegos de niños.

No contemples las faltas de los otros, sino sus virtudes, y piensa en tus propios defectos y debilidades.

Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.

El verdadero amante en todas partes ama y siempre se acuerda del amado.

Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios.

Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.

Pocos son los que se tienen por desgraciados, si no es comparándose con los más dichosos.

La verdad padece, pero no perece.

No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.

He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.

De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.

Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.

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Cómo citar

García, Sergio. (24 diciembre 2015). Quién fue Santa Teresa de Jesús, frases, biografía, obras. Celeberrima.com. Última actualización el 17 mayo 2024.