Ignacio Allende fue un militar independentista mexicano. Nació el 21 de enero de 1769 en San Miguel el Grande, actualmente, esta localidad guanajuatense se llama San Miguel de Allende en su honor.
En 1802, ingresó al ejército de la Nueva España. Alcanzó el grado de capitán del Regimiento de la Reina bajo las órdenes de Félix María Calleja. Fue un asiduo asistente a las reuniones de los conjurados en Querétaro.
Después del Grito de Dolores, marchó a San Miguel el Grande logrando el apoyo de su regimiento, el 22 de septiembre fue nombrado teniente general bajo el mando de Hidalgo.
Se le reconoció por respetar a los prisioneros de guerra y a los civiles. Gozó de la victoria en la Alhóndiga de Granaditas y en la Batalla del Monte de las Cruces. Después de estos éxitos, propuso marchar hacia la capital, pero Hidalgo no estuvo de acuerdo y retrocedió. La relación entre Allende e Hidalgo se deterioró por esta decisión.
Después de la derrota sufrida en la Batalla del Puente de Calderón decidió marchar al norte en busca de provisiones en Estados Unidos, sin embargo, Ignacio Elizondo traicionó a los insurgentes y fue capturado, junto con Hidalgo, Mariano Jiménez y Juan Aldama, por los realistas en Acatita de Baján. Se le enjuició en Chihuahua y se le condenó a morir fusilado. La condena se ejecutó el 26 de junio de 1811.
Su cabeza, junto con la de otros independentistas, fue colocada en una de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas como advertencia a aquellos que pretendieran insubordinarse a la corona española. Sus restos fueron retirados y sepultados en la Catedral Metropolitana, después, fueron trasladados al Ángel de la Independencia.