Si una partícula se desplaza en una trayectoria se considera este movimiento en uno u otro de dos sentidos. Uno de los sentidos se considera positivo y el otro negativo. El signo de la velocidad indica el sentido en el que desplaza una partícula según un eje de referencia.
Si el signo de la velocidad es positivo, el desplazamiento es en el sentido creciente o positivo; y si el signo de la velocidad es negativo, el desplazamiento es en el sentido decreciente o negativo. Por ejemplo, consideremos un automóvil que se desplaza en línea recta, y el punto de referencia es su posición inicial. El automóvil tendrá una velocidad positiva conforme se aleja del punto de partida. Pero si en algún momento comienza a acercarse al punto de partida, entonces, el automóvil tendrá una velocidad negativa.
La imagen anterior permite destacar que la velocidad negativa no implica, necesariamente, que la partícula, en este caso el automóvil, se acerque al origen o punto de referencia. Cuando el automóvil gira 180 grados y cruza el punto de partida u origen, sigue desplazándose en sentido negativo, o sea que tiene velocidad negativa, aunque se aleja del origen o punto de referencia.
Del mismo modo, cuando el automóvil se encuentra a la izquierda del punto de partida, y gira 180 grados, tendrá velocidad positiva, esto porque se desplaza en el sentido positivo del eje de referencia que se ha convenido para el ejemplo.
El plano cartesiano es el marco de referencia más utilizado en las ciencias, entonces, cuando nos ocupamos de movimiento, podemos decir que los desplazamientos a la derecha y hacia arriba son positivos; mientras que los desplazamientos a la izquierda y hacia abajo son negativos.
