Los niños preguntan frecuentemente la razón por la que la Luna se esconde en el cielo nocturno, la realidad es que la Luna no se esconde, son las nubes las que al moverse en la atmósfera ocultan la Luna de nuestra visión.
Las direcciones del movimiento de la Luna y de las nubes no tienen que coincidir y pueden ser cualesquiera. La Luna tiene una velocidad mayor que las nubes pero, a nuestra vista parece inmóvil dada la enorme distancia que hay entre ella y nosotros.
Cuando las nubes se mueven ocultan la Luna por algunos minutos, pero después el mismo movimiento pone en descubierto a nuestro satélite natural.