La Luna no se mueve con nosotros, tenemos la impresión de que se mantiene en la misma posición aunque nosotros cambiamos de lugar o nos movemos en un automóvil porque se encuentra a una enorme distancia de nuestra posición, esto hace que sea imposible percibir el cambio de posición de la Luna.
Tendríamos que movernos a la velocidad de los cohetes espaciales para poder percibir el movimiento de la Luna.
