Mijaíl Bakunin fue un teórico político, filósofo, sociólogo y revolucionario anarquista ruso, considerado uno de los padres del anarquismo. Su ideario, centrado en el anarcocolectivismo, influyó profundamente en el socialismo y el movimiento obrero. Expulsado de la Academia de Artillería, estudió filosofía en Moscú. Conoció a Marx y Proudhon en París. Sus últimos años transcurrieron en Suiza, donde falleció en 1876.
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Quién fue Mijaíl Bakunin
Mijaíl Bakunin (1814-1876) fue un influyente teórico político, filósofo, sociólogo y revolucionario anarquista ruso, considerado uno de los padres del anarquismo. Su ideario, centrado en el anarcocolectivismo, dejó una marca profunda en el socialismo, el movimiento obrero y el anarcosindicalismo.
Nació en Priamújino, en una familia liberal. Educado bajo las ideas de Rousseau, ingresó a la Academia de Artillería de San Petersburgo a los 15 años, pero fue expulsado por indisciplina. Tras abandonar el ejército en 1834, estudió filosofía en Moscú, donde se interesó por Hegel.
En 1840 viajó a Berlín para profundizar en filosofía alemana. Influenciado por la transformación política y económica de Alemania, escribió para la revista Deutsche Jahrbücher. Tras un tiempo en Suiza y Bélgica, se instaló en París en 1844, donde conoció a Karl Marx, Friedrich Engels y Proudhon. Bakunin y Marx desarrollaron una relación tensa; aunque ambos compartían ideas revolucionarias, Bakunin criticaba el autoritarismo de Marx.
En 1848, apoyó la causa eslava, participando en los levantamientos de Praga y Dresde. Fue apresado y sentenciado a muerte, pero finalmente encarcelado en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo. Tras años de prisión y exilio en Siberia, escapó, recorriendo Japón, Estados Unidos e Inglaterra, asentándose, finalmente, en Suiza.
Bakunin se convirtió en un crítico acérrimo de Marx dentro de la Primera Asociación Internacional del Trabajo (AIT). Sus ideas anarquistas abogaban por la abolición de los Estados nacionales, la igualdad de sexos, la abolición de las clases sociales y la organización obrera independiente de partidos políticos.
En 1869, Bakunin encargó a Giuseppe Fanelli la difusión del anarquismo en España, influenciando significativamente el movimiento obrero español. También fundó el Comité para la Salvación de Francia. Las disputas con Marx culminaron en el Congreso de La Haya de 1872, donde Bakunin fue expulsado de la AIT.
Bakunin pasó sus últimos años en Suiza, en pobreza y con problemas de salud, manteniendo correspondencia con pequeños grupos anarquistas. Falleció el 1 de julio de 1876 en Berna. Su tumba en el cementerio de Bremgarten-Friedhof de Berna lleva la inscripción: Quien no se atreve con lo imposible, nunca alcanzará lo posible.
Frases de Mijaíl Bakunin
La libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y lo ame.
No soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres.
Yo soy libre solamente en la medida en que reconozco la humanidad y respeto la libertad de todos los hombres que me rodean.
Hasta en las democracias más puras, una minoría privilegiada detenta el poder contra la mayoría esclavizada.
Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia; socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad.
Libertad política sin igualdad económica es una pretensión, un fraude, una mentira; y los trabajadores no quieren mentiras.
Todo estado, como toda teología, supone al hombre esencialmente perverso.
Nunca conseguiremos destruir el estado ampliándolo.
El estado es un mecanismo históricamente temporal, una forma transitoria de sociedad.
Ninguna legislación tuvo otro fin que consolidar un sistema de despojo del pueblo trabajador por medio de la clase dominante.
Donde comienza el estado termina la libertad del individuo, y viceversa.
Los estados poderosos sólo pueden sostenerse por el crimen. Los estados pequeños sólo son virtuosos porque son débiles.
La pasión por la destrucción es también la pasión creativa.
La uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida.
El estado es un inmenso cementerio al que van enterrarse todas las manifestaciones de la vida individual.
Si no hubiera sido inventada la sociedad, el hombre habría seguido siendo una bestia salvaje, o, lo que viene a ser lo mismo, un santo.
El hombre, ser vivo y pensante al mismo tiempo, para realizarse debe ante todo conocerse.
Yo no pongo mi ignorancia en un altar y le llamo dios.
Todo pueblo, provincia y municipio tienen derecho ilimitado a su completa independencia, con tal que su constitución interna no amenace la independencia y la libertad del territorio vecino.
Si Dios existe, el hombre es esclavo; ahora bien, el hombre puede y debe ser libre, por lo tanto Dios no existe.