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Innovación

¿Qué es la innovación?

La innovación es el proceso de crear o modificar un producto para su posterior introducción en el mercado. Se habla de productos innovadores, servicios innovadores, procesos innovadores, modelos de negocio innovadores, etc. Sin embargo, las personas no compran productos, las personas compran soluciones, experiencias, mejoras, ahorros, protección, libertad, entretenimiento, prestigio, etc. Se trata de crear valor desde la perspectiva del cliente, satisfaciendo sus necesidades más importantes. Las empresas deben averiguar las características que debe tener un producto para que las personas paguen por él. En años recientes, los clientes se han interesado en productos amigables con el ambiente, pero no solo eso, están dispuestos a pagar una cantidad extra para adquirirlos.

Una buena gestión de la relación con el cliente puede dar claridad sobre qué innovaciones tienen mayores posibilidades de éxito. No se trata simplemente de inventar algo. La innovación, para ser tal, debe llegar al mercado y generar tracción. Las ideas innovadoras deben ser técnica y comercialmente viables. La innovación es una combinación de creatividad y acción. La innovación conjuga una invención con una estrategia de comercialización. Un nuevo producto puede ser funcional, pero para ser una innovación debe comercializarse. Un invento es una idea original que se materializa en un prototipo, la innovación toma el invento y lo lleva al mercado. El éxito de un invento se mide con criterios técnicos, mientras que el éxito de una innovación se mide con criterios comerciales. La innovación es un hecho económico, su futuro está determinado por el mercado.

Los automóviles impulsados por combustibles fósiles han dominado la industria automotriz durante más de un siglo. No obstante, los automóviles eléctricos han emergido como una alternativa. Al principio, eran caros y con poca autonomía, pero se han logrado mejoras, muchas personas los consideran una opción en la actualidad.

Alquilar espacios no es una idea nueva. Tampoco lo era hace unos años, cuando Airbnb, a través de su plataforma digital, redefinió el mercado del hospedaje. Propietarios y viajeros se encuentran gracias a esta aplicación, unos ofrecen espacios, otros los rentan. Una solución sencilla para ambas partes. Airbnb cambió la forma en que las personas piensan y se comportan en cuestión de hospedaje.

En 1974, se desarrollaron equipos tempranos de fabricación aditiva, pero esta tecnología solamente se estableció en el mercado cuando se desarrollaron modelos económicamente asequibles. Actualmente, los equipos se comercializan para la fabricación, la educación y la investigación. Para 2016, MakerBot había vendido más de 100,000 impresoras 3D de escritorio.

Las primeras versiones de lentes de contacto fueron desarrolladas a finales del siglo XIX, pero fue hasta la década de 1970 cuando la introducción de lentes de contacto blandas revolucionó el mercado. Esta innovación tiene su base en la comodidad, la facilidad de uso y en la estrategia que fomentó su adopción.

En 1840, Warren de la Rue patentó una lámpara incandescente con filamento de platino, pero era poco viable por el costo de este metal. Casi cuarenta años después, en 1878, Edison comenzó a desarrollar una lámpara incandescente durable y económica, utilizó filamentos de carbono, platino y otros metales, incluso descubrió que un filamento de bambú carbonizado podía durar hasta 1,200 horas. Fue Edison quien perfeccionó la bombilla, con sus esfuerzos la hizo viable para su comercialización. Una invención puede ser valiosa en sí misma, pero su transformación en innovación requiere un enfoque de mercado.

Cambio

Algo es claro en los ejemplos anteriores: innovar implica alterar el estado actual de las cosas. El cambio es inherente a la innovación. Al abandonar lo tradicional, la innovación genera valor proponiendo nuevas soluciones. Las organizaciones y las personas que innovan deben estar dispuestas a desafiar el statu quo. La innovación rompe con lo anterior para avanzar hacia algo mejor.

El cambio que la innovación trae consigo también es cultural. Cuando se introduce un nuevo producto, se generan nuevos comportamientos, nuevas formas de interactuar con el entorno. Durante años, muchas organizaciones operaron con sistemas y procesos manuales. La necesidad de ser más eficientes y competitivos llevó a la adopción de la digitalización, misma que representa un cambio profundo en la manera de trabajar, comunicarse y relacionarse con los clientes. Las empresas que se resisten al cambio enfrentarán dificultades para mantenerse relevantes, mientras que las que abrazan la innovación tienen mayores posibilidades de éxito.

Pensar que lo que funcionó en el pasado garantizará el éxito en el futuro es un grave error. La velocidad a la que evolucionan las tecnologías y las expectativas de los consumidores implica que las empresas deben ser proactivas y flexibles para adaptarse a las nuevas circunstancias. Las empresas que no innovan están condenas al olvido. Los factores de éxito del pasado pueden no ser suficientes para enfrentar los desafíos del futuro. Las empresas siempre deben estar atentas a cambios y nuevas oportunidades. El cambio es constante e inexorable. Los nuevos productos reemplazan a los viejos, nuevas empresas desplazan a aquellas que alguna vez dominaron el mercado. Es una ley de hierro. Todo se renueva. Las viejas ideas se van para dar espacio a las nuevas.

Un innovador aprecia los retos, detecta posibilidades que otros pasan por alto, enfoca su atención en la creación de soluciones que aportan valor. Las necesidades insatisfechas de un segmento de clientes son oportunidades. 

Política

No todo es miel sobre hojuelas, al desafiar el orden establecido, inevitablemente se alteran estructuras, procesos o beneficios que han sido construidos sobre un sistema previo. Quienes se han beneficiado del statu quo ven amenazada su posición o su forma de operar. El innovador introduce cambios, luego se enfrenta no solo a la dificultad técnica de implementar nuevas ideas, sino también a la oposición de aquellos que prosperaron bajo las reglas anteriores, también es un problema político, pues se libra una batalla entre quienes tratan de hacer algo y aquellos que tratan de evitarlo.

La resistencia al cambio no siempre se manifiesta abiertamente, la falta de apoyo es una forma más sutil. También puede ser activa, con intentos deliberados de bloquear o desacreditar el cambio, pues se pone en peligro el control e influencia de los guardianes del pasado. En organizaciones grandes y consolidadas, la burocracia y las estructuras jerárquicas favorecen la estabilidad, ven en el cambio una discontinuidad que les exige adaptarse; dichas empresas poseen estructuras, procesos y prácticas bien definidas, las cuales han sido exitosas en el pasado y se convierten en su zona de confort, pero, mientras se enfocan en mantener sus procesos habituales, competidores más pequeños y ágiles aprovechan las oportunidades y toman riesgos.

En su momento, la industria del gas participaba en la iluminación de las ciudades, muchas empresas y gobiernos habían invertido grandes sumas en infraestructuras basadas en gas. Cuando Edison introdujo la bombilla eléctrica, los intereses establecidos en la industria del gas se resistieron ferozmente a su adopción. En un esfuerzo por proteger los intereses de la industria del gas, surgieron campañas para desacreditar la electricidad como insegura y poco fiable. A pesar de la resistencia, la innovación de Edison prevaleció y transformó el mundo.

La política es un factor decisivo para cualquier proceso de implementación, pues este no se limita a cuestiones técnicas. Potencialmente, el cambio trae consigo conflictos y, consecuentemente, oposición a las iniciativas. Por ejemplo, la instalación de robots colaborativos para inspeccionar la calidad en una línea de producción puede ser percibida como una amenaza a los puestos de trabajo.

Los responsables de la implementación deben identificar a las partes interesadas clave, aquellas con intereses, poder e influencia. Con el propósito de crear alianzas con líderes que respalden la implementación, se analizan las relaciones de poder y el grado de influencia de cada parte interesada. No se debe pasar por alto comunicar los beneficios del proyecto de manera clara, además de definir los mecanismos de gestión de conflictos que resuelvan desacuerdos de manera constructiva. Desestimar la dimensión política puede acarrear bloqueos, retrasos o incluso el abandono del proyecto.

Las personas pueden resistirse al cambio por diversas razones: inercia, miedo a perder estatus o poder, temor al fracaso, incertidumbre, duda sobre sus propias habilidades, o incluso por el aumento en la carga de trabajo que la implementación de los cambios podría implicar. Conocer las causas de las resistencias ayudará a gestionar el cambio.

Oportunidad

Desde la perspectiva de la innovación, una oportunidad es un producto deseable para el mercado. Las necesidades insatisfechas, las necesidades futuras en el corto o largo plazo, los segmentos desatendidos y las limitaciones de los productos establecidos son oportunidades. Una oportunidad es atractiva cuando existen clientes que demandan una solución, el mercado tiene un tamaño mínimo como para ser rentable, las necesidades se mantendrán suficiente tiempo como para aprovecharlas, etc. El producto deberá proporcionar valor al cliente. ¿Por qué van a comprar el producto?

Asimismo, se ha de evaluar cada oportunidad reconocida, qué ventajas y desventajas se tienen en relación con los competidores; cómo se distribuirá el producto; cuál es la tendencia, el sector está creciendo o decreciendo; cuál es la rentabilidad esperada; qué capacidades y tecnologías son necesarias para la fabricación del producto; cuáles son los riesgos asociados, etc.

Incertidumbre

Nadie sabe qué va a pasar mañana, al menos, nadie lo sabe con seguridad. Si bien es verdad que la incertidumbre incomoda, también es cierto que la búsqueda de la seguridad y el control promueven el estancamiento. La certeza es cómoda, pero sin sentido. Vivimos en el presente y, junto con el pasado, es lo que conocemos. Ceñirse a la certeza del presente es ilusorio y peligroso para la sobrevivencia de los negocios. Quienes se resistan al cambio se rezagarán frente a la competencia y, a la postre, saldrán del mercado o verán que sus cuotas se reducen hasta convertirse en algo minúsculo e irrisorio. Tal y como dijo Voltaire: la incertidumbre es una posición incómoda. Pero la certeza es una posición absurda.

Cambios en las preferencias del consumidor, en las tecnologías y en los modelos de negocio, ¿cómo adaptarse a un mundo en constante transformación? La incertidumbre no se puede eliminar, pero es posible evaluar y decidir qué riesgos tomar y adaptarse a las nuevas circunstancias. Quienes lideran el cambio tienen una mentalidad abierta a todas las posibilidades; están dispuestos a aprender cosas nuevas y a desaprender; y algo muy importante, se sienten cómodos tomando decisiones con poca información. La pulsión por la información provoca parálisis.

El espíritu innovador lidera el cambio y redefine los mercados. En 1997, Apple había perdido tracción y estaba al borde la bancarrota. La vuelta de Steve Jobs como CEO significó innovación, la empresa resurgió, nadie sabía el resultado, pero él se atrevió, corrió el riesgo y ganó. Apple pudo colapsar, pero, en lugar de eso, se convirtió en la empresa más valiosa del mundo a principios de 2016. Algo era seguro: no hacer nada hubiera sido catastrófico.

Cuando Steve Jobs retomó las riendas, redujo el tamaño de la empresa hasta convertirla en un jugador de nicho, se concentró en un número limitado de productos: iMac y iBook. Asimismo, trasladó la manufactura a Taiwán. Tan solo dos años después, la empresa registraba una situación diferente.

Una de las claves del éxito de Apple es la innovación constante. En 2001, lanzó el iPod, cuyo diseño captó la atención de los consumidores. Dos años después, lanzó iTunes. Gracias a las sinergias entre ambos, pronto dominó las descargas digitales con una participación del 70%. El iPhone fue lanzado en 2007, desde entonces introduce modelos sobre una base constante, el iPhone 16 se lanzó en 2024. En 2010, se lanzó el iPad, más tarde, en 2015, lanzó el Apple Watch.

Aunque los productos son relativamente fáciles de copiar, cada dispositivo es parte de un ecosistema, el iPod tenía iTunes, el iPhone y la iPad tienen una amplia gama de aplicaciones. No son productos aislados, forman parte de una plataforma.

Nadie lo sabe todo, pero cada persona sabe algo. Dada la celeridad del cambio y la complejidad de los problemas, debemos estar dispuestos a actuar sobre la base del conocimiento actual, puesto que es casi imposible tener una visión completa de todas las variables que intervienen en un asunto.

En este contexto, el fracaso es una posibilidad, pero no se debe castigar un fracaso, por el contrario, se deben valorar los intentos, los cuales representan la oportunidad de aprender y mejorar. Cada fracaso se traduce en aprendizaje. Entre más información se posee, mayor comprensión de la situación, y menor grado de incertidumbre. Un innovador es un explorador que prueba y mejora cada idea.

¿Cómo supo Jeff Bezos que una librería en línea se transformaría en un gigante del comercio electrónico? Pudo mostrarse seguro, actuando con firmeza y sin titubear, pero ¿lo sabía? La incertidumbre estaba presente cuando Microsoft expandió sus negocios a la nube con Azure en un entorno de rápida evolución tecnológica, también cuando Netflix incursionó con una plataforma de streaming que terminó por desplazar a los servicios de alquiler de DVD’s, asimismo cuando Alibaba estaba por convertirse en una de las más importantes empresas de comercio electrónico. El resultado era incierto, pero estas empresas tomaron riesgos y prosperaron.

Ambigüedad

A veces no se conocen ni las preguntas correctas, sin ellas es difícil avanzar hacia una solución. Afrontar una situación ambigua requiere experimentar con las preguntas para, después, reformularlas y encaminarse a la respuesta, las preguntas guían el proceso innovador. Diferentes perspectivas pueden ser de gran ayuda, ver los problemas desde diferentes ángulos da lugar a preguntas que pueden pasar desapercibidas.

  • ¿Quién sabía que las personas necesitaban tabletas? ¿Cómo lo supo Steve Jobs? ¿Qué preguntas se hizo?
  • El marketing emocional era una estrategia poco clara cuando Nike la aplicó. Funcionó. ¿Cómo encontraron la respuesta?
  • Larry Page y Sergey Brin crearon un motor de búsqueda que dejo atrás la ambigüedad sobre la manera de organizar y presentar la información en internet. ¿Cómo llegaron a la solución?
  • ¿Qué preguntas se hicieron en Snapchat para determinar que debían incorporar la fugacidad a los contenidos de redes sociales?

Flexibilidad

Incertidumbre, cambio, oportunidad y ambigüedad, ¿qué sentido tienen los planes rígidos? Ninguno, pierden su relevancia poco después de ser formulados, las condiciones de mercado y las tendencias tecnológicas cambian tan rápidamente que el panorama es completamente diferente cuando se cumplen los plazos estipulados. La ilusión del control inmutable es una apuesta arriesgada. Lo que se requiere son planes flexibles, que contemplen el cambio, que organicen el talento en una estructura ágil, que consideren que se aprende sobre la marcha, que faciliten los ajustes a la estrategia

Audacia

Se decía que quien lograra desatar el Nudo Gordiano gobernaría Asia. El nudo estaba tan intrincadamente enlazado que parecía una tarea imposible. Alejandro Magno, era un tipo audaz, desenfundó su espada y lo cortó por la mitad de un golpe, se cuenta que ni siquiera hizo el intento de desatarlo, no lo pensó dos veces. La enseñanza de esta anécdota es que siempre es posible encontrar una nueva manera de resolver los problemas. Nada es imposible para una persona creativa, mucho menos para una persona creativa y audaz.

No es aconsejable jugar a lo seguro o la defensiva. Quien quiera perdurar explorará nuevos modelos de negocio, invertirá en nuevas tecnologías, identificará oportunidades emergentes, anticipará tendencias, etc. Aunque los riesgos deben ser calculados, es mejor pasar a la ofensiva y ser audaz, irrumpiendo en el mercado con algo rompedor antes de que lo haga la competencia. Permanecen las empresas que desafían lo convencional, que rompen los paradigmas, que son insolentes, que cambian las reglas antes que lo haga otro, que experimentan con algo tan loco que terminan cambiando al mundo. Es desafiante, puesto que tendemos a enfocarnos en lo que es, en lugar de en lo que puede ser.

En 2009, apareció la primera criptomoneda: Bitcoin. Una moneda digital descentralizada que no depende de un banco central para su emisión o regulación, que utiliza la tecnología blockchain para garantizar transparencia y seguridad en las transacciones. Su invención se atribuye a Satoshi Nakamoto, a quien se le considera audaz por desafiar los sistemas financieros tradicionales, diseñando un sistema completamente descentralizado. Desde entonces han surgido otras criptomonedas: Ethereum, Litecoin, etc.

Riesgos, fracaso y éxito

Pude hacer cosas maravillosas es muy diferente a lo hice. La buena noticia es que se conoce el camino para no equivocarse: no hacer nada. Pero, la mala noticia es que el único y verdadero error es, precisamente, no hacer nada. Cada decisión, correcta o no, es un paso más hacia el éxito, a la posición en el mercado que se desea ocupar. Cada decisión es una oportunidad de aprendizaje y mejora. El riesgo es inherente a la creación de algo nuevo, no importa si es un producto, un servicio, una experiencia, un procedimiento, etc. Si no se obtienen los resultados deseados, sólo queda aprender y corregir sobre la marcha. Los fracasos forman parte del camino hacia el éxito. Dicen que hay que besar muchas ranas para que una se convierta en un príncipe, muchos emprendedores exitosos lo saben.

Se cuenta que Edison fracasó miles de veces antes de tener en sus manos una bombilla eléctrica viable. Algunos hablan de 1000 fracasos. Mil intentos de los que Edison aprendió algo. Cada fracaso fue una lección que le acercaba a su objetivo. Es aceptable cambiar el enfoque, intentar nuevas soluciones, incluso cambiar de problema, pero renunciar a triunfar es inaceptable. No se debe renunciar después del primer fracaso, tampoco después del segundo fracaso, ni siguiera después del tercer fracaso. No se debe renunciar nunca. Siempre es posible intentarlo de otra manera. El secreto del éxito es el fracaso.

La obra Harry Potter y la piedra filosofal fue rechazada por doce editoriales. Un rechazo, un fracaso. ¡Doce fracasos! La hija de ocho años del director de una modesta editorial leyó el libro y le pidió a su padre la continuación. Una niña de ocho años tuvo mejor juicio que los expertos de las grandes editoriales, en un tiempo récord J.K. Rowling se hizo millonaria. Harry Potter y la piedra filosofal fue la primera entrega de la muy rentable franquicia ya conocida por todos.

¿Quieres acelerar la victoria? Fracasa rápido, pues entre más rápido lo intentes, más rápido aprenderás de los errores. El fracaso es inevitable, pero valioso; es retroalimentación que ayuda a determinar lo que funciona y lo que no. Es muy importante dejar de ver el fracaso como un estigma. La innovación prosperará con la mentalidad correcta. Lo único que significa fracasar es que se ha ido allá de la zona de confort y se ha aprendido algo valioso. El secreto para el éxito rápido es el fracaso rápido.

Edison no es un caso único. James Dyson diseñó 5,127 prototipos antes de tener listo su modelo de aspiradora ciclónica. Fue rechazado por fabricantes. Fracasó. Pero perseveró hasta que revolucionó la industria de las aspiradoras. Dyson se mantuvo firme, fue valiente, lo intentó una y otra vez, al final ganó. La aspiradora ciclónica fue lanzada en 1983, desde entonces Dyson ha ampliado su cartera de productos.

El proceso innovador es un ciclo de prueba, error y ajuste. Cada fracaso expone un área de oportunidad, un innovador puede ir de fracaso en fracaso y presentarse cada mañana solo para preguntar cuál es la próxima gran idea. No hay que perder el entusiasmo. El secreto del gran éxito es el gran fracaso.

Un fondo de capital de riesgo dedicado a iniciativas propias o a empresas emergentes permitirá correr riesgos calculados. Hay que decidir cuidadosamente, definir los criterios para mejorar las probabilidades de éxito puede ayudar. ¿Cuáles son las empresas emergentes con mayor potencial de crecimiento? ¿Cuáles pueden alcanzar sus proyecciones?

Inconformidad

Los estudios de mercado favorecen las mejoras incrementales, sus estadísticas representan la visión del cliente promedio que disfruta de aquello que encuentra en el mercado actualmente. A la par, los expertos son los guardianes del statu quo, custodios del pasado, que cuando menos lo esperen, la competencia los superará. Para promover el cambio es necesario retar el orden actual de las cosas, no conformarse y cuestionar lo establecido. La inconformidad empuja los límites de lo posible, las personas inconformes son una inagotable fuente de innovación. La manera de hacer las cosas hoy es solamente una manera de hacerlo que, quizás, deje de funcionar mañana.

Los expertos pueden estar cómodos con el pasado, algunos nutren su vanidad en sus éxitos de antaño, es posible que hayan dejado de hacerse preguntas y de imaginar alternativas hace mucho tiempo. Están centrados en lo que es, y en la ensoñación de lo que fue. Un buen comienzo consiste en plantear preguntas audaces que conduzcan a soluciones radicalmente diferentes. La inconformidad subyace en lo que podría ser, algo tan simple puede ayudar a descubrir necesidades ocultas o problemas no resueltos, y también a la generación de ideas totalmente nuevas.

La historia está llena de grandes innovadores que no eran expertos, pero sí inconformes. Sara Blakely, trabajó en parques de diversiones y vendió máquinas de fax de puerta en puerta. ¿Estaba inconforme?, quiero creer que sí, pensaba que las fajas moldeadoras eran muy incómodas. Invirtió sus ahorros, únicamente cinco mil dólares. El resultado: una faja moldeadora que no se marcaba en la ropa y que era tan cómoda como para usarse diariamente. Su empresa, Spanx, redefinió el mercado y la convirtió en multimillonaria.

Muchas de las mejores y más grandes ideas se han incubado en personas que se enfrentan a frustraciones y a problemas sin solución aparente, a pesar de ello deciden desafiar lo establecido. Los inconformes poseen la chispa de la creatividad, sienten el impulso de mejorar el mundo, rompen paradigmas. Sara Blakely no era una experta en textiles, tampoco tenía experiencia en la industria de la moda. Sin embargo, su inconformidad la llevó a concretar una innovación.

Adversidad

Algunas personas responden de manera extraordinaria a las dificultades, las cuales pueden proporcionan la energía necesaria para dar vida a una idea revolucionaria, buscar soluciones donde otros ven obstáculos, encontrar soluciones que nunca se hubieran considerado en contextos más estables y cómodos. Los momentos de crisis son oportunidades en los que las personas descubren sus capacidades. Para algunos, la tensión y la urgencia estimulan la creatividad, desatando la innovación. La estabilidad, por el contrario, puede llevar a la complacencia, a la rutina.

En 2007, Jan Koum dejó de trabajar para Yahoo. Las oportunidades en otras empresas tecnológicas no llegaron rápidamente, compró un iPhone cuando la tienda de aplicaciones de Apple tenía unos meses de creada, luego pensó que la venta de aplicaciones podría entrar en una etapa de auge. Con esto en mente, desarrolló una aplicación de mensajería gratuita, simple y eficiente, la necesidad de comunicación global existía. WhatsApp evolucionó hasta convertirse en una de las aplicaciones más influyentes de la era digital.

Simplicidad o complejidad

Los problemas muy grandes exigen soluciones muy grandes. Tal vez. Las soluciones sencillas son las mejores. Tal vez. Depende.

Post-it, cremallera para ropa, cinta adhesiva, curitas (Band-Aid), ganchos para colgar ropa, clip para papel, espejo retrovisor, cinturón de seguridad, lentes de sol polarizados, etc. Todas son soluciones sencillas, todas son soluciones fabulosas. Nadie lo había pensado antes. Hasta que alguien tuvo una buena idea que hace nuestro día a día más fácil.

Viaje al espacio, energía nuclear, estrategias globales de descarbonización, erradicación de enfermedades virales, secuenciación del genoma humano, erradicación de la pobreza, etc. Todos son asuntos importantes, pero la solución no se visualiza sencilla.

La solución debe ser tan simple como sea posible. Ni más, ni menos. Como alguna vez dijo Leonardo da Vinci: La simplicidad es la máxima sofisticación.

Cómo citar

García, Miguel. (09 marzo 2025). Innovación. Celeberrima.com. Última actualización el 11 marzo 2025.