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Sobre los conceptos de crecimiento y desarrollo

Los crecimiento y desarrollo suelen usarse como sinónimos, pero representan conceptos distintos. Por su parte, el crecimiento implica un aumento en el tamaño de la empresa: más recursos, mayor producción, incremento en las ventas y en los ingresos, contratación de personal adicional, adquisición de más materias primas, etc. No obstante, surge una pregunta: ¿qué se aporta a las partes interesadas?

Una persona puede crecer sin desarrollarse. Puede ganar más dinero sin mejorar sus habilidades o su calidad de vida. Del mismo modo, alguien puede desarrollarse sin crecer. Un artista, por ejemplo, puede perfeccionar su técnica sin que su audiencia crezca.

Entonces, crecimiento y desarrollo no siempre van de la mano. Por ejemplo, hay empresas que crecen sin fortalecer su cultura organizacional. De manera similar, hay ciudades que crecen en tamaño, pero sin mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El crecimiento implica un aumento en tamaño, mientras que el desarrollo representa una mayor capacidad para satisfacer las necesidades y deseos de las partes interesadas. Es importante señalar que estos deseos no deben obstaculizar el desarrollo de otros, ya que, consecuentemente, producirían conflictos y enfrentarían resistencia.

Imaginemos a alguien que aprende a cocinar. Luego, se enfoca en preparar una mayor cantidad de comida, pero sin mejorar su calidad. Indudablemente, ha crecido, pero no se ha desarrollado. En cambio, si perfecciona sus habilidades (ej. nuevos ingredientes, mejor técnica de preparación), estará en un proceso de desarrollo, ya que aumentará su capacidad para satisfacer sus necesidades y también las de otros al compartir comidas con amigos y familiares.

El crecimiento es hacer más; el desarrollo, hacer mejor.

El desarrollo se relaciona con lo que somos capaces de hacer y aprender, con nuestras habilidades, con el aprendizaje continuo, lo que implica dedicar tiempo y esfuerzo al mejoramiento constante de nuestras capacidades.

Quien emprende una nueva aventura necesita desarrollarse, ya sea invirtiendo tiempo en comprender el mercado, adquiriendo nuevas habilidades o fortaleciendo su capacidad para resolver problemas. En contraste, pensemos en alguien que hereda una exitosa empresa, pero se conforma con mantener lo que tiene. No hace nada por desarrollarse —aprender, innovar, etc.—. Al principio, todo marcha bien, pero con el tiempo, es probable que enfrente dificultades para adaptarse a nuevas circunstancias. La capacidad de aprender y adaptarse es un activo valioso e indispensable para mantenerse relevante.

El desarrollo se relaciona con la calidad de vida, mientras que el crecimiento se relaciona con el nivel de vida. A su vez, la calidad de vida se vincula con la salud, satisfacción personal, equilibrio entre trabajo y vida, seguridad, etc. En cambio, el nivel de vida se evalúa con métricas como ingresos, consumo y posesión de bienes materiales. Si bien un mayor nivel de vida puede contribuir a mejorar la calidad de vida, no la garantiza. Una persona puede tener altos ingresos, pero carecer de tiempo libre o padecer estrés.

El desarrollo de una empresa se refleja en la calidad de vida que ofrece a sus empleados. Una empresa que se preocupa por el bienestar de sus trabajadores es más desarrollada, incluso si su estado de resultados no es el más impresionante.

Una buena calidad de vida en el trabajo abarca aspectos como un ambiente laboral saludable y seguro, oportunidades en los ámbitos profesional y personal, un equilibrio adecuado entre trabajo y vida personal, entre otros.

Si deseas obtener mejores resultados, necesitas trabajadores que se sientan valorados y felices, pues son condiciones necesarias para que se comprometan, lo que, a largo plazo, repercute en la productividad, calidad e innovación.

Una empresa puede invertir grandes sumas en tecnología y marketing, pero su imagen puede verse seriamente afectada si un antiguo empleado publica un video que expone las condiciones estresantes de los trabajadores. La reacción del consumidor probablemente será de indignación, lo que deteriorará la reputación de la marca y afectará sus ventas. En cambio, una empresa competidora con resultados modestos, pero enfocada en mantener un ambiente laboral positivo, tiene más probabilidades de experimentar un crecimiento sostenido a largo plazo, gracias a la reciprocidad de sus empleados, quienes, al sentirse valorados, contribuyen al éxito de la empresa.

El desarrollo se mide por la capacidad de mejorar la calidad de vida de las personas.

Pensemos en dos empresas idénticas, con los mismos recursos y niveles de desarrollo. La primera recibe una inversión millonaria, lo que la hace más rica, pero no necesariamente más desarrollada. Para aumentar su nivel de desarrollo, tendrá que invertir en la formación del personal, mejorar la experiencia del cliente, etc. Por otro lado, el capital de la segunda empresa se reduce, pero esto no implica una pérdida inmediata de su desarrollo. Si ambas situaciones ocurren al mismo tiempo, en el corto plazo, ambas empresas son igualmente desarrolladas.

Se puede sacar un mayor provecho de los recursos cuando se ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo. Lo que marca la diferencia es la capacidad de utilizar los recursos de tal manera que se obtengan mejores resultados, independientemente de la cantidad de recursos disponibles.

Contar con más recursos es beneficioso, pues estos pueden acelerar el proceso de desarrollo y mejorar la calidad de vida en consecuencia. Sin embargo, la cantidad de recursos por sí sola no asegura el progreso. La capacidad de gestionar y transformar los recursos en ventajas o mejoras es clave. Un mayor grado de desarrollo se asocia con procesos, estructuras y una cultura de aprendizaje e innovación que facilitan la utilización de los recursos de forma más efectiva.

El desarrollo permite obtener más, incluso cuando la base de recursos inicial es modesta.

El crecimiento y el desarrollo se refuerzan mutuamente. A medida que aumenta el nivel de vida, suele haber un progreso en la calidad de vida.

Sin embargo, algunas personas sostienen que para aumentar el nivel de vida se sacrifica la calidad de vida, algo que se refleja en prácticas que priorizan el crecimiento sin considerar el medio ambiente o el bienestar social. También existe la idea opuesta, es decir, sacrificar el nivel de vida para preservar la calidad de vida, promoviendo estilos de vida sostenibles.

Una ciudad puede experimentar un rápido crecimiento: se construyen edificios, se abren comercios y aumenta el flujo de vehículos. Hay una mejora en el nivel de vida. Sin embargo, aparecen problemas como contaminación, estrés, o deterioro de los espacios públicos, afectando la calidad de vida. Si la ciudad hubiera invertido en transporte público de calidad, parques y programas de salud a la par del crecimiento, la calidad de vida no se habría visto comprometida. Lo ideal es que el crecimiento y el desarrollo se refuercen mutuamente.

Un mayor desarrollo no depende tanto de la abundancia de recursos, sino de la capacidad de gestionarlos estratégicamente. Entre más desarrollada una empresa, mayor su habilidad para crear o conseguir los recursos que necesita, enfocándose en encontrar soluciones, innovar y mejorar sus condiciones. En este sentido, el crecimiento puede ser una consecuencia del desarrollo.

Es cierto que la falta de capital dificulta el crecimiento (ej. abrir nuevas sucursales), pero, gracias al desarrollo, es posible utilizar de manera eficiente los recursos disponibles. El crecimiento puede ser gradual, poco impresionante, pero sostenido. Por otro lado, la falta de recursos no necesariamente impide el desarrollo; más bien, se convierte en un reto de creatividad e innovación.

Una empresa puede crecer de manera desmesurada, lo que conlleva problemas como la burocratización, la pérdida de agilidad, la pérdida de identidad corporativa o la dificultad para mantener la calidad del servicio. Empero, las capacidades de una empresa ayudan a eliminar o reducir estos problemas ¿Existen efectos contraproducentes debidos un desarrollo desmedido?

Cómo citar

García, Miguel. (09 marzo 2025). Sobre los conceptos de crecimiento y desarrollo. Celeberrima.com. Última actualización el 10 marzo 2025.