Las revoluciones industriales han trasladado la mano de obra a otros sectores. La revolución industrial trasladó la mano de obra del campo a las ciudades, los campesinos se ocuparon en la industria. Después, una buena parte de la mano de obra de la industria se trasladó a los servicios debido a la automatización.
Actualmente, la cuestión está ligada a la inteligencia artificial (IA) y otras innovaciones de la cuarta revolución industrial que están transformando la estructura laboral. Algunas personas opinan que siempre ha sido posible que las personas encuentren una nueva ocupación, pero, tal vez pasan por alto que los sistemas actuales aprenden.
Una economía necesita consumidores, pero sin empleo no habrá capacidad de compra. Ante este dilema, algunas opciones son las siguientes:
Renta básica universal: Todos los ciudadanos recibirían una cantidad fija de dinero en plazos regulares, sin importar su situación laboral. Esto proporcionaría seguridad financiera para cubrir las necesidades básicas. Asimismo, reduciría la pobreza. Los más optimistas creen que fomentaría la creatividad al eliminar la necesidad de empleo, pues las personas se enfocarían en actividades como el emprendimiento o la educación.
Pero se cuestiona el efecto que podría tener: ¿quién estaría motivado a estudiar o trabajar si tiene asegurado un ingreso? A las personas se les podría pagar una renta universal variable según su nivel de estudios. También, se les podría pagar por trabajos a favor del medio ambiente o comunitarios.
Economía Gig: Las personas realizan trabajos temporales o por encargo gracias a la proliferación de las plataformas digitales. Bajo este esquema es posible trabajar en múltiples proyectos para diferentes clientes. Los trabajadores independientes (gig workers) son autónomos y pueden desarrollarse en diferentes áreas, como la consultoría y el diseño gráfico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no se tiene seguridad social. Algunos opinan que se trata de una precarización del empleo.
Creadores: En este caso, las personas monetizan sus conocimientos y habilidades, ya sea a través de libros, cursos, videos, podcasts, etc. Los creadores pueden recurrir a las plataformas para monetizar sus creaciones o financiar sus proyectos mediante crowdfunding.
Ingresos pasivos: De este modo, se generan ingresos por rendimientos, rentas o regalías, por ejemplo, inversiones en el mercado de valores, propiedades inmobiliarias que generan ingresos por alquiler, ingresos por patentes o regalías. Aunque para la muchos no es posible rentar una casa o invertir en bolsa, si es factible obtener regalías por libros, música, imágenes, etc.
Sostenibilidad: Empresas enfocadas en la economía circular y sostenibilidad pueden tener un futuro brillante. La reutilización y reciclaje de materiales es una alternativa, otra posibilidad es el diseño de productos amigables con el ambiente.
Educación continua: Los cambios suceden cada vez más rápido, por esta razón, la educación continua es crucial. Las plataformas en línea facilitan el desarrollo de nuevas habilidades y la adquisición de nuevos conocimientos. Aquellas plataformas especializadas en tendencias emergentes (ciencia de datos, inteligencia artificial, robótica, etc.) tendrán mayores posibilidades de éxito.
Economía colaborativa: Se basa en compartir recursos. Por ejemplo, las plataformas que permiten ganar dinero con sus propiedades inmobiliarias o automóviles.
Emprendimiento: Siempre será posible iniciar un negocio pequeño pero innovador, para ello, se puede encontrar apoyo en las incubadoras y aceleradoras.
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