Charles Caleb Colton es conocido por sus aforismos y epigramas. Estudió en Eton y King’s College. Su obra principal es una colección de aforismos. Su vida excéntrica y su afición al juego lo llevaron a la ruina financiera.
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Quién fue Charles Caleb Colton
Charles Caleb Colton fue un escritor y coleccionista inglés, conocido principalmente por sus aforismos y epigramas. Fue bautizado en 1777 y murió en 1832. Su vida estuvo marcada por la controversia y la extravagancia.
Estudió en Eton College y se graduó en 1801 de King’s College, Cambridge. Colton es conocido principalmente por su libro Lacon, or Many Things in Few Words: Addressed to Those Who Think (1820). Este libro es una colección de aforismos y epigramas que abordan una amplia variedad de temas, fue una obra muy popular en su época. Escribió otros trabajos, aunque ninguno alcanzó la fama de su obra principal. Sus escritos reflejan una mente aguda y observadora, con un talento especial para condensar ideas complejas en frases breves y memorables.
Durante su estancia en Francia, acumuló una importante colección de pinturas. Sin embargo, su afición por el juego continuó, lo que finalmente lo llevó a la ruina financiera. En 1832, tras años de vivir en relativa pobreza, Colton murió en un hotel de París.
Frases de Charles Caleb Colton
El juego es hijo de la avaricia, pero también padre del despilfarro.
El hombre es una paradoja hecha carne, un manojo de contradicciones.
Hasta que no estés muerto no esperes alabanzas sin mezcla de envidia.
Muchos hablan sinceramente cuando dicen que desprecian las riquezas, pero se refieren a las riquezas que poseen los demás.
Volver la vista atrás es una cosa y marchar atrás, otra.
Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
Si usted no quiere conocer a nadie y que nadie lo conozca, viva en la ciudad.
La amistad acaba a menudo en amor, pero el amor no termina nunca en amistad.
El éxito nos muestra un lado del mundo; la adversidad nos trae el revés de la pintura.
La imitación es la forma más sincera de la alabanza.
La mayoría de nuestros infortunios se pueden soportar más que los comentarios de nuestros amigos.
Los brutos son ingratos con los hombres.