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Importancia de la innovación

¿Por qué es importante la innovación?

En un entorno marcado por la velocidad del cambio, las empresas que no innovan corren el riesgo de volverse irrelevantes. Muchas empresas exitosas han sido desplazadas por la aparición de nuevos jugadores que ofrecen nuevas tecnologías, nuevos productos, nuevos procesos, nuevos modelos de negocio, etc. La capacidad de innovar es un factor crítico de supervivencia. Las empresas se adaptan al cambio gracias a la innovación. ¡Mejor!, las empresas que innovan lideran el cambio, crean nuevas oportunidades y logran diferenciarse en mercados saturados.

En una cultura de innovación constante, las empresas deben esforzarse por anticipar las tendencias del mercado, responder a las necesidades emergentes de sus clientes y, en muchos casos, reinventar sus modelos de negocio. Durante décadas, Kodak fue el líder indiscutible en la industria de la fotografía. Pero, a pesar de haber desarrollado una de las primeras cámaras digitales, no supo adaptarse a la transformación digital, se obstinó en su modelo de negocio basado en la venta de películas fotográficas, mientras que competidores más ágiles y audaces aprovecharon el cambio. Como resultado, Kodak perdió su posición dominante y, eventualmente, se declaró en bancarrota. La falta de innovación puede llevar a una empresa, por muy exitosa que haya sido, a la irrelevancia. En contraposición, otras empresas se reinventan, prosperan gracias a su compromiso con la innovación.

En la década de 2010, Ørsted, una compañía energética danesa, transformó su modelo de negocio. Anteriormente centrada en combustibles fósiles, reconoció el imperativo ambiental y el potencial de crecimiento de las energías renovables. Después de invertir en tecnología y en menos de una década, se posicionó globalmente en el sector de las energías renovables.

Competitividad

La innovación es necesaria para la supervivencia y crecimiento de cualquier empresa, ya que fortalece su competitividad, consecuentemente, la competitividad impulsa el desarrollo económico. Durante los años 80 y 90, Samsung invirtió en investigación y desarrollo, y mejoró sus procesos de manufactura, como resultado, se convirtió en un fabricante de chips reconocido a nivel mundial, lo que, a su vez, situó a Corea del Sur como una fuerza tecnológica.

El éxito radica en la capacidad para responder a las demandas del mercado. No obstante, el esfuerzo innovador se diluye cuando aparecen otros productos que se ajustan mejor a los deseos de los consumidores. Un producto será más competitivo y tendrá mayores oportunidades de éxito entre mayor sea el valor que los consumidores reconocen en él. Una cosa es una bicicleta estática y otra cosa muy diferente es una bicicleta estática conectada a internet, con una pantalla en la que se pueden tomar clases en línea, adaptadas a distintos niveles, interactivas y en vivo. Peloton cultiva una comunidad que entrena en el hogar.

Relanzamiento

El ciclo de vida de un producto no siempre culmina con su retiro del mercado, en muchos casos, es posible revitalizar el producto. Mejoras en el diseño, la funcionalidad o en el modelo de negocio pueden renovar el producto, extendiendo su ciclo de vida. Para reactivar el interés, las empresas deben identificar áreas de mejora desde la perspectiva de los consumidores y ser proactivas en su explotación.

El iPhone ha expandido su base de clientes, incluso en un mercado saturado, lo ha logrado renovándose continuamente: mejoras en la cámara, el rendimiento, la duración de la batería, etc. Cuando se lanza un nuevo modelo se produce expectación en los consumidores, lo que revitaliza el interés.

Otro ejemplo es la industria del automóvil, los modelos se mejoran constantemente. Desde su lanzamiento, el Escarabajo ganó popularidad en todo el mundo por su confiabilidad y diseño simple. Décadas después, sus ventas disminuyeron, el diseño comenzó a parecer anticuado. Pero, a finales del siglo pasado, Volkswagen lo relanzó como el New Beetle. Un diseño moderno que mantuvo algunos elementos icónicos del modelo original despertó el interés, incluso en una nueva generación de consumidores.

Investigación y desarrollo

El desarrollo de un producto es una etapa previa a la introducción. En esta fase, el progreso es lento, puesto que el conocimiento y la experiencia son limitados. Los obstáculos surgen continuamente, son los famosos imprevistos. Apenas se resuelve un problema, técnico o conceptual, aparecen nuevos desafíos, lo que es parte inherente del proceso. Frecuentemente, se tienen que redefinir las maneras de abordar el problema, es un proceso iterativo. Conforme pasa el tiempo, los primeros obstáculos son superados y se adquiere una comprensión más profunda, entonces el progreso se acelera gracias al conocimiento acumulado. El desarrollo de las celdas fotovoltaicas ha enfrentado grandes obstáculos: eficiencia de los materiales, altos costos de producción, disposición de las baterías, etc. Con cada avance se revelaban nuevos desafíos. A pesar de todo, la energía solar se abre camino como una alternativa energética.

La función de investigación y desarrollo (I+D) es un área estratégica, pues impulsa la creación de conocimiento y su aplicación en beneficio de la sociedad. Se divide en: investigación básica, investigación aplicada y desarrollo tecnológico.

La investigación básica acrecienta el conocimiento sin un fin comercial inmediato. Estudia los fenómenos naturales y establece los principios teóricos que constituyen la base científica para futuras aplicaciones. Al ser un trabajo meramente científico, se realiza en universidades y centros de investigación. Sus resultados se publican en revistas científicas especializadas, de este modo los hallazgos se comparten y se someten al escrutinio científico, dando lugar a futuras investigaciones. En la década de 1950, James Watson y Francis Crick descubrieron la estructura de doble hélice del ADN. Su trabajo no tuvo un objetivo comercial inmediato, pero su hallazgo forma parte del conjunto de conocimientos que sirve de base a la genética y sus aplicaciones.

La investigación aplicada utiliza los descubrimientos y teorías formulados en la investigación básica para diseñar invenciones que tengan un impacto tangible en la industria o en la vida diaria. Las soluciones desarrolladas en esta fase son susceptibles de patentarse, lo que permite proteger la propiedad intelectual, que, a su vez, fomenta la innovación, pues quien haya invertido en investigación y desarrollo estará en posición de recuperar su inversión y obtener una ganancia, misma que puede ser reinvertida para desarrollar nuevos productos. Por ejemplo, partiendo del cuerpo de conocimientos de la inmunología, se desarrollaron los anticuerpos monoclonales, una aplicación médica.

El desarrollo tecnológico consiste en realizar pruebas sobre prototipos y plantas piloto para asegurar que el resultado cumpla con los estándares de calidad, seguridad y funcionalidad. En esta etapa, se examina la viabilidad de los nuevos productos y procesos antes del lanzamiento. La simulación por computadora es una herramienta que se utiliza para modelar y analizar los productos en un entorno virtual, con ella se prueba y ajusta el diseño del producto. Los procesos también pueden ser simulados y mejorados en un entorno virtual, lo que conduce a mejoras en la distribución de planta, en la eficiencia y en los tiempos de entrega. FlexSim, Vensim, AnyLogic, Simul8, Arena y Extendsim son algunos de los paquetes con los que se puede simular un sistema productivo, ofrecen la posibilidad de considerar el inventario, las operaciones de ensamble, el movimiento de materiales, etc. Sus aplicaciones van desde la manufactura hasta los sistemas de salud. Otra de las ventajas de la simulación es la facilidad para analizar escenarios.

En pocas palabras, la investigación básica amplía el conjunto de conocimientos científicos, la investigación aplicada usa estos conocimientos para la creación de invenciones, el desarrollo tecnológico viabiliza las invenciones, después y de manera regular, se programa la producción para la distribución y comercialización del producto.

Invertir en investigación y desarrollo es fundamental para la innovación. Si la inversión es significativa, la obligación de sacar el mayor retorno posible será mayor, habrá presión interna para conseguir resultados importantes, una inclinación hacia la colaboración y las alianzas. La empresa será más proactiva en la búsqueda de innovaciones.

No hay que olvidar la importancia de tomar riesgos, pero siempre calculados, pues la inversión en investigación y desarrollo no garantiza el éxito. Empero, las innovaciones contribuirán a la longevidad de la empresa.

Gestión de proyectos de I+D

La función de investigación y desarrollo se encarga de varios frentes. Por un lado, están los negocios actuales, sin ellos y sus beneficios, la empresa estaría en problemas para sobrevivir. Por otro lado, están los negocios emergentes, sin los cuales el futuro de la empresa estaría en entredicho. Ambos negocios, actuales y emergentes, dependen del desarrollo y adquisición de capacidades. La exploración de nuevas tecnologías con el potencial de convertirse en nuevos productos es necesaria.

Muchas ideas se materializan gracias a los procesos informales. Las personas, con determinación y entusiasmo, pueden convencer a sus superiores de la importancia y los beneficios de sus propuestas. Los procesos, formales e informales, son cruciales para que una idea sea aprobada y se convierta en un proyecto, pero las gestiones informales pueden ser el primer paso para que la idea sea evaluada formalmente. Nada está exento de política, tampoco la función de investigación y desarrollo.

Dado que la incertidumbre es una constante, es común que los proyectos presenten muchos claroscuros, es frecuente que no se sepa qué hacer salvo con poco tiempo de anticipación; las personas suelen percibir que trabajan a ciegas, no siempre pueden enumerar las acciones que emprenderán, mucho menos tener seguridad de los resultados; los costos son muy difíciles de estimar en consecuencia. No obstante, la incertidumbre disminuye conforme el proyecto avanza, lo cual se debe a la información que se obtiene durante el desarrollo. Elaborar un plan válido y que se cumpla cabalmente es muy difícil, o imposible.

En tales circunstancias, la alta dirección puede sentir que el control del proceso se le va de las manos. La clave está en las personas. Todos los involucrados deben saber de la importancia del proyecto, se espera que esto los motive. Los imprevistos son inevitables, pero hay que informar cuando aparezcan, se espera que esto genere compromiso. La premisa es que a las personas les gustan los desafíos. En pocas palabras: confianza y delegación. Solicitar metas poco realistas deteriorará la motivación y el compromiso.

Los proyectos deben elegirse con mucho cuidado. La importancia y la factibilidad son criterios indispensables. Siempre se debe mantener la orientación al mercado, ¿se satisface una necesidad concreta?

Un ciclo de vida cada vez más corto

El ciclo de vida de un producto es el tiempo que transcurre desde que un producto es lanzado al mercado hasta que sus ventas decaen y, consecuentemente, sale del mercado. En los últimos tiempos, este ciclo se ha acortado significativamente debido a diversos factores, como el rápido avance tecnológico, el cambio en las preferencias de los consumidores y la intensificación de la competencia asociada a la globalización.

Las etapas del ciclo de vida del producto —introducción, crecimiento, madurez y declive— podían durar años, o incluso décadas. Sin embargo, hoy en día, la velocidad de cambio las ha comprimido. Muchos productos llegan más rápido a su madurez, y también enfrentan un declive más acelerado. Esta situación apremia a las empresas a innovar de manera continua para mantenerse competitivas.

Numerosos productos se vuelven obsoletos en cuestión de meses debido a los avances en la electrónica. Los consumidores prefieren las últimas versiones, aquellas con mejores características o funcionalidades. Los clientes son más exigentes y menos leales a las marcas, también están inclinados a favorecer a los productos que sean más sostenibles, o que integren las últimas tendencias. Las empresas deben estar atentas a la competencia y a cambios en las expectativas de los consumidores, aquellas que no logren lanzar nuevos modelos de manera oportuna corren el riesgo de ser superadas por competidores más ágiles. No basta con lanzar un producto y que este sea exitoso; es necesario prever su rápida evolución, y estar listos para ofrecer mejoras o alternativas en un tiempo mucho más reducido que en el pasado.

Las circunstancias obligan a mantener un ritmo constante de innovación para competir y responder a la demanda, evitando que los productos alcancen la fase de declive prematuramente. Los fabricantes de smartphones lanzan nuevos modelos constantemente, puesto que un modelo que es exitoso puede volverse obsoleto rápidamente con la llegada de nuevas versiones.

El liderazgo no es permanente, muchas empresas que alcanzan la cima del mercado son incapaces de mantener esa posición a lo largo del tiempo. El éxito no es seguro, es efímero, el constate cambio hace que sea así. Las empresas líderes tienden a volverse complacientes, confían en las estrategias que funcionaron en el pasado y que les permitieron alcanzar la cúspide. Empero, la competencia evoluciona, los modelos de negocio cambian y nuevas tecnologías aparecen, estos factores son capaces de transformar el mercado de manera repentina.

La competencia erosiona el mercado más rápido, aparecen soluciones novedosas y efectivas, el valor de las innovaciones queda exhausto cada vez más rápido. Las empresas son, conforme pasa el tiempo, menos longevas. La flexibilidad, la audacia y la agilidad han sustituido a las estructuras sólidas y duraderas. Por consiguiente, la permanencia depende de la capacidad de crear valor rápidamente. Se deben maximizar los beneficios del éxito, pero sin olvidar el ciclo de creación y renovación. Un éxito meteórico, un auge vertiginoso y un declive desenfrenado; o puede ser más suave, incluso puede durar años o décadas, lo que es seguro es que la complacencia es fatal hasta para las empresas más sólidas. Hay que olvidar la perpetuidad y focalizarse en crear valor.

La globalización y el ciclo de vida

Dado que las innovaciones desarrolladas en un país o región alcanzan rápidamente otras partes del mundo, la competencia ha aumentado, las empresas compiten con jugadores de todo el mundo. Los consumidores desean actualizaciones más frecuentes y mejoras constantes, se han acostumbrado a ello. Aumenta la presión por diferenciarse y ofrecer mejoras continuas, lo que lleva a un desgaste más rápido de los productos y servicios. El mercado no espera, el ritmo del cambio es desenfrenado. Las empresas deben mantenerse al día con las últimas tendencias y avances, de lo contrario corren el riesgo de que sus ventas declinen.

Las marcas de ropa suelen lanzar colecciones cada estación. Actualmente, H&M lanza de 12 a 16 colecciones e introduce 23 mil nuevos productos cada año, Del mismo modo, Zara presenta aproximadamente una colección cada dos semanas e introduce 40 mil nuevos productos por año. Cualquier otro participante está obligado a renovar constantemente sus inventarios para competir.

Cómo citar

García, Miguel. (13 marzo 2025). Importancia de la innovación. Celeberrima.com. Última actualización el 14 marzo 2025.