La posición de una tilde cambia significativamente el significado de lo que deseamos expresar. Por ejemplo, no es lo mismo escribir «el bebé» que escribir «él bebe».
Ejemplos:
El bebé/Él bebe:
- El bebé duerme en su cuna. ↔ Él bebe agua.
Clave/Clavé:
- Sé la clave para alcanzar el éxito. ↔ La clavé para colgar mi saco.
Amo/Amó:
- Te amo hoy más que nunca. → Te amó y tú lo rechazaste.
Gusto/Gustó:
- Me dijo que le gusto. → Me dijo que le gustó visitar a sus abuelos la semana pasada.
Deje/Dejé:
- ¡Deje el libro en la mesa! ¡En este momento! ↔ Dejé el libro en la mesa, me había cansado de cargarlo.
Revólver/Revolver:
- Tiene un revólver en la mano. ↔ Tiene que revolver con la mano.
Lástima/Lastima
- Siento lástima por él. ↔ Me lastima su ingratitud.
Papa/Papá:
- Mi papa está desabrida. ↔ Mi papá está trabajando.
Tú/Tu:
- Tú vives cerca de mi casa. ↔ Tu casa es muy grande.
Te/Té:
- Te invito a comer. ↔ Prefiero el té helado.
Mí/Mi:
- Me lo dijo a mí. ↔ Mi perro ladra mucho.