Julio Cortázar, escritor argentino nacido en Bélgica en 1914, mostró su pasión por la literatura desde joven. Trabajó como profesor y se manifestó en contra del peronismo. Su obra más famosa, Rayuela, fue publicada en 1963. Cortázar fue reconocido con el Premio Konex de manera póstuma y contó con amistades literarias destacadas como Octavio Paz y Pablo Neruda.
Índice
Biografía de Julio Cortázar
Julio Florencio Cortázar, escritor argentino, nació el 26 de agosto de 1914 en Bruselas, Bélgica, mientras la ciudad estaba invadida por los alemanes en la Primera Guerra Mundial. Su padre era funcionario de la embajada argentina en Bélgica y, de hecho, nació en la embajada argentina. A los cuatro años, regresó a Argentina y a los seis, su padre abandonó a la familia y perdieron el contacto con él.
Cortázar tenía una gran pasión por la literatura desde muy joven. A los nueve años, ya había leído a Victor Hugo, Edgar Allan Poe y Julio Verne. En esa misma época, escribió una novela que él mismo calificó como afortunadamente perdida.
En 1932, se capacitó como maestro normal y en 1935, como profesor de letras en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta. En esos tiempos, se hizo aficionado al boxeo y trabajó como relator de las peleas, pero sus jefes lo despidieron por escribir con demasiada emoción. Poco después, inició estudios de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, aprobó el primer año y luego tuvo que trabajar y ayudar a su madre.
Entre 1939 y 1944, se desempeñó como profesor de literatura en la Escuela Normal de Chivilcoy. En Mendoza, dictó cursos de literatura francesa y participó en el texto cinematográfico de la película La sombra del pasado. Publicó su primer cuento, Bruja, en la revista Correo Literario.
Cortázar se manifestó en contra del peronismo y, en 1948, obtuvo el título de traductor público de inglés y francés, cursando los estudios en menos de la mitad del tiempo establecido.
El primer poema publicado con su nombre real apareció en 1949, pero no recibió mucha atención. Los ocho relatos que conforman Bestiario fueron publicados en 1951. En 1953, se casó con Aurora Bernárdez, traductora argentina, y la pareja vivió en París.
En 1954, trabajó para la UNESCO como traductor de la Conferencia General celebrada en Montevideo y tradujo la obra completa, en prosa, de Edgar Allan Poe para la Universidad de Puerto Rico.
En 1963, aparece Rayuela, su mayor éxito editorial, que ha sido traducida a 30 idiomas. Su título original era Mandala. En 1967, se relaciona con una lituana de nombre Ugné Karvelis. Después conoció a Carol Dunlop, escritora estadounidense, quien fue su segunda esposa y tercera pareja.
Después de la muerte de Carol Dunlop, se reencuentra con Aurora Bernárdez, quien sería la heredera de la obra publicada de Cortázar. Algunos de los beneficios por derechos de autor de sus obras fueron donados en ayuda de presos políticos de diferentes países.
En 1970, brinda su solidaridad al gobierno de Salvador Allende y en 1974, recibió el Médicis Étranger por el Libro de Manuel, cuyo dinero lo entregó al Frente Unificado por la resistencia chilena.
En 1983, visita Argentina por última ocasión y es recibido con calidez. Antes de morir, François Mitterrand le otorgó la nacionalidad francesa. Sus últimos años los vivió en París en compañía de su gata Flanelle.
Falleció el 12 de febrero de 1984 y sus restos descansan en el Cementerio de Montparnasse. Fue enterrado en la misma tumba de Carol Dunlop dos días después. Aurora Bernárdez donó a la Fundación Juan March de Madrid la biblioteca personal de Cortázar, un acervo de 4 mil libros, 500 de ellos dedicados por sus autores.
En 1984, la Fundación Konex le otorgó el Premio Konex de manera póstuma. Octavio Paz, Pablo Neruda, Carlos Fuentes y Alejandra Pizarnik se cuentan entre sus amistades literarias.
Algunas curiosidades son que tenía problemas para pronunciar la r, ya que había vivido frecuentemente en países francófonos. Medía 1.93 metros de altura y era alérgico al ajo.
Obras de Julio Cortázar
Entre sus obras se tiene las siguientes:
1949: Los reyes
1951: Bestiario
1956: Final del juego
1959: Las armas secretas
1960: Los premios
1962: Historias de cronopios y de famas
1963: Rayuela
1966: Todos los fuegos el fuego
1967: La vuelta al día en ochenta mundos
1968: 62 Modelo para armar
1969: Último round
1971: Pameos y meopas
1972: Prosa del observatorio
1973: Libro de Manuel
1974: Octaedro
1977: Alguien que anda por ahí
1979: Un tal Lucas
1980: Queremos tanto a Glenda
1982: Deshoras
1984: Salvo el crepúsculo
1986: Divertimento
1986: El examen
1994: La otra orilla
Frases de Julio Cortázar
A veces siento que entre dos que se rompen la cara a trompadas hay mucho más entendimiento que entre los que están ahí mirando desde afuera.
Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
Cada vez sospecho más que estar de acuerdo es la peor de las ilusiones.
Creo que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo.
Estar vivo parece siempre el precio de algo.
Fui una letra de tango para tu indiferente melodía.
Hasta lo inesperado acaba en costumbre cuando se ha aprendido a soportar.
La explicación es un error bien vestido.
La gente se cree amiga porque coincide algunas horas por semana en un sofá, una película, a veces una cama, o porque le toca hacer el mismo trabajo en la oficina.
Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.
Lo único cierto era el peso en la boca del estómago la sospecha física de que algo no andaba bien, de que casi nunca había andado bien.
Me atormenta tu amor, que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado…
Mi interés se tornó bien pronto analítico. Cansado de maravillarme quise saber; he ahí el invariable y funesto fin de toda aventura.
Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.
No hay como compartir una almohada, eso aclara completamente las ideas; a veces hasta acaba con ellas, lo cual es una tranquilidad.
No puede ser que estemos aquí para no poder ser.
No sé hablar de la felicidad, pero eso no quiere decir que no la haya tenido.
Pobre amor el que de pensamiento se alimenta.
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