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Quién fue Benjamin Franklin, biografía resumen, frases

Benjamin Franklin fue uno de los padres fundadores de los Estados Unidos. Nacido en Boston, se convirtió en impresor en Filadelfia. Editó The Pennsylvania Gazette y publicó Poor Richard’s Almanack. Sus experimentos con electricidad, como el uso de una cometa en una tormenta, lo llevaron a inventar el pararrayos. Diplomático clave para la Independencia de los Estados Unidos de América.

Índice

Quién fue Benjamin Franklin

Benjamin Franklin (1706-1790) fue uno de los padres fundadores de los Estados Unidos y una figura polifacética que dejó un legado en la ciencia, la política, la literatura y la diplomacia.

Benjamin Franklin nació el 17 de enero de 1706 en Boston, Massachusetts. Aunque tuvo poca educación formal, Franklin fue un ávido lector desde temprana edad y aprendió el oficio de impresor bajo la tutela de su hermano mayor, James. A los 17 años, Franklin se mudó a Filadelfia, donde continuó su carrera como impresor.

En 1729, Franklin se convirtió en editor del periódico The Pennsylvania Gazette, que pronto se convirtió en uno de los más influyentes de las colonias. En 1732, comenzó a publicar Poor Richard’s Almanack bajo el seudónimo de Richard Saunders. Este almanaque contenía una mezcla de información práctica y proverbios ingeniosos, fue extremadamente popular.

Franklin también es conocido por sus experimentos y contribuciones a la ciencia, especialmente en el campo de la electricidad. En 1752, realizó su famoso experimento con una cometa durante una tormenta eléctrica, demostrando que el rayo es una forma de electricidad. Por este experimento, inventó el pararrayos. También inventó otros dispositivos, como las lentes bifocales, la estufa Franklin y el cuentakilómetros.

Fundó la Compañía de la Biblioteca de Filadelfia y ayudó a establecer la Universidad de Pensilvania. También fundó el primer departamento de bomberos voluntarios de Filadelfia y fue un defensor temprano de la abolición de la esclavitud.

En la década de 1760, se convirtió en un crítico de las políticas británicas hacia las colonias americanas, por ejemplo, los impuestos sin representación, lo que finalmente llevó a la Independencia de los Estados Unidos de América.

Durante la Revolución, Franklin fue enviado a Francia como embajador, donde obtuvo el apoyo francés para la causa americana. Su diplomacia fue fundamental en la formación de la alianza franco-americana, que fue decisiva para la victoria.

Franklin es la única persona que firmó los tres documentos más importantes para la fundación de los Estados Unidos de América: la Declaración de Independencia (1776), el Tratado de París (1783), que puso fin a la guerra con Gran Bretaña, y la Constitución de los Estados Unidos de América (1787). Murió el 17 de abril de 1790 en Filadelfia, a la edad de 84 años.

Frases de Benjamin Franklin

No hay inversión más rentable que la del conocimiento.

A los veinte años, reina la voluntad; a los treinta, el ingenio, y a los cuarenta, el juicio.

Después de tres días, el pescado y los invitados apestan.

Aquel que se ama a sí mismo no tiene rival ninguno.

No malgastes el tiempo, pues de esa materia está formada la vida.

Un hoy vale por dos mañanas.

La indolencia, como la herrumbre, desgasta más aprisa que el trabajo.

Sea la primera lección de tus hijos obedecer, y la segunda será la que a ti te plazca.

El hombre no nace del todo hasta que muere.

El hombre soltero es un animal incompleto. Se asemeja a la mitad de un par de tijeras.

Incluso la paz se puede comprar a un precio demasiado alto.

caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos.

Carecer de libros propios es el colmo de la miseria.

No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto.

El hombre descontento no encuentra silla cómoda.

El corazón del loco está en la boca; pero la boca del sabio está en el corazón.

Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.

La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo.

Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios.

Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco.

La cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices.

No hay nada tan cierto en el mundo como la muerte y los impuestos.

Inscribe los agravios en el polvo, las palabras de bien inscríbelas en el mármol.

Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.

Come para complacerte a ti mismo, pero viste para complacer a los demás.

La sabiduría es el único bien que no se pueden llevar los ladrones.

Después de las derrotas y las cruces, los hombres se vuelven más sabios y más humildes.

Las tres cosas más difíciles en este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y provechar el tiempo.

Abreviar la cena: prolongar la vida.

Presta dinero a un enemigo y lo ganarás; a un amigo y lo perderás.

Donde mora la libertad, allí está mi patria.

Cada producción de un genio constituye el producto de su entusiasmo.

Sé cortés con todos, sociable con muchos, familiar con pocos, amigo con uno y enemigo con ninguno.

El hombre es a veces más generoso cuando tiene poco dinero que cuando tiene mucho, quizá por temor a descubrir su escasa fortuna.

La peor decisión es la indecisión.

No hagas ningún gasto como no sea para hacer bien a los demás o a ti mismo, es decir, no desperdicies nada.

El hombre débil teme la muerte; el desgraciado la llama; el valentón la provoca y el hombre sensato la espera.

El sabio consigue más ventajas por sus enemigos que el necio por sus amigos.

Si quieres ser rico, piensa en las economías tanto como en las ganancias.

Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?

El cielo cura, y el médico cobra los honorarios.

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.

Si no quieres escuchar a la razón, seguramente os golpeará en los nudillos.

Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.

El tiempo es oro.

Muchos emplean la mitad de su vida en hacer miserable la otra mitad.

El hombre atareado tiene pocos visitantes ociosos: a la olla que hierve no acuden las moscas.

Nada hay más dulce que la miel, excepto el dinero.

Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas.

Si quieres ser amado, ama y sé amable.

Los acreedores son una secta supersticiosa que presta una gran atención a los días y a los plazos de vencimientos.

El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.

Ser humilde para con los superiores es un deber; para con los iguales, una muestra de cortesía; para con los inferiores, una prueba de nobleza.

El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas.

Lo que cuesta mantener un vicio bastaría para criar dos hijos.

La llave que se usa constantemente reluce como plata: no usándola se llena de herrumbre. Los mismo pasa con el entendimiento.

Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.

Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.

Lo que empieza en cólera termina en vergüenza.

La ociosidad y el orgullo imponen tributos más pesados que los reyes y los parlamentos.

La cólera no carece nunca de motivos, pero ésta rara vez es suficiente.

Un buen marido vale más que dos buenas esposas, pues las cosas que más escasean son las más apreciadas.

La ociosidad, camina con tanta lentitud, que todos los vicios la alcanzan.

Los hijos tardíos son huérfanos pronto.

La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos.

Desconfía del médico joven y del barbero viejo.

La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo.

El trabajo fortifica el cuerpo, mantiene la salud, prolonga la vida y hace que el tiempo parezca más corto, porque el trabajo está en el orden de la Naturaleza.

La puerta de la sabiduría nunca está cerrada.

Toma consejo del vino, pero decide después con agua.

El más desgraciado de los hombres es aquel que no sabe soportar una desgracia.

Un camino de mil millas comienza con un paso.

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.

En su propio país un genio es como el oro en la mina.

El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.

En la escuela de la experiencia, las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrigen los insensatos.

Hay tres amigos fieles: una esposa vieja, un perro viejo y dinero constante y sonante.

El que vive de esperanzas, muere de sentimiento.

El tiempo perdido no se recupera nunca y cuando decimos que tenemos tiempo de sobra descubrimos siempre que nos falta tiempo.

Si amas la vida, economiza el tiempo, porque de tiempo se compone la vida.

Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.

Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.

Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos.

Las leyes demasiado benévolas, rara vez son obedecidas. Las leyes demasiado severas, rara vez son ejecutadas.

Con la paciencia y la tranquilidad se logra todo… y algo más.

Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea.

Más de un hombre hubiera sido peor si su fortuna hubiese sido mejor.

Si el hombre lograra la mitad de sus deseos, redoblaría sus inquietudes.

El primer error que se comete en los negocios públicos es consagrarse a ellos.

Imitemos en humildad a Cristo y a Sócrates.

Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.

La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.

Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, haz cosas dignas de escribirse.

Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado.

La pobreza priva a menudo al hombre de la virtud y del ánimo.

La necesidad nunca hizo buenos negocios.

La experiencia es una gran escuela, donde los fatuos no asisten.

Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.

Aquellos que pueden renunciar a la libertad esencial por conseguir una pequeña seguridad transitoria no merecen ni la libertad ni la seguridad.

No anticipéis las tribulaciones ni temáis lo que seguramente no os puede suceder. Vivid siempre en un ambiente de optimismo.

No hay mejor predicador que la hormiga, que no dice nada.

La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.

El que se enorgullece de sus conocimientos es como si estuviera ciego en plena luz.

El orgullo detesta el orgullo… en los demás.

El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.

Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio.

El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.

El que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre.

¿Amas la vida? Pues no malgastes el tiempo que es la tela de la vida.

Jamás hubo una guerra buena o una paz mala.

Al elegir un amigo ve despacio y más despacio todavía al cambiar de amigos.

De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.

Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio.

Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla.

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Cómo citar

García, Sergio. (25 diciembre 2015). Quién fue Benjamin Franklin, biografía resumen, frases. Celeberrima.com. Última actualización el 22 mayo 2024.

Sobre al autor:

Sergio García es ingeniero industrial, maestro en planeación y doctor en ingeniería. Ha trabajado en logística, como consultor y profesor universitario.