Selección de frases célebres cortas de Fedor Dostoievski.
- El secreto de la existencia humana está no sólo en vivir, sino también en saber para que se vive.
- Es maravillosa la fuerza de la alegría. Su resistencia puede vencer todo lo que se pueda imaginar.
- El hombre es la palabra encarnada. Existe para ser consciente de ella y para expresarla.
- Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor asemejase a Dios.
- Es difícil juzgar la belleza: la belleza es un enigma.
- Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.
- Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama.
- Hay que querer hasta el extremo de alcanzar el fin; todo lo demás son insignificancias.
- Se sufre de dos clases de celos: los del amor y los del amor propio.
- ¡Cuán bueno hace al hombre la dicha! Parece que uno quisiera dar su corazón, su alegría. ¡Y la alegría es contagiosa!
- Sufrir y llorar significa vivir.
- La verdadera seguridad se halla más bien en la solidaridad que en el esfuerzo individual aislado.
- No busques premio, porque tú tienes una gran recompensa en esta tierra: tu alegría espiritual que sólo el justo puede gozar.
- Sin una idea superior no pueden subsistir ni un hombre ni una nación.
- Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él. Para la mayoría la amistad está basada en la humillación.
- La vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un continuo deseo de encontrar a quién someterse.
- La mujer, sólo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.
- Si podemos formularnos la pregunta: ¿Soy o no responsable de mis actos?, significa que sí lo somos.
- Amigos míos, Dios me es necesario, porque es el único ser que puede amar eternamente.
- El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor.
- El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.
- Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben.
- La vida es un paraíso, pero los hombres no lo saben ni se preocupan de saberlo.
- Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad.
- Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos.
- Enamorarse no es amar. Puede uno estar enamorado y odiar a la persona de quien lo está.
- El hombre teme a la muerte porque ama la vida.
- Cuando reconozco a un hermano en mi prójimo, sólo entonces soy hombre.